Lo que exigimos a nuestros profesores
El proyecto Give Me School Granada nace a partir de un equipo directivo y docente que pide revolución, que pide cambio, otro modo de alcanzar el aprendizaje del alumno y sobre todo, de creértelo.
Muchas escuelas, sistemas educativos y profesores dedican mucho tiempo y esfuerzo a enseñar el idioma…..pero….¿sienten realmente que sus alumnos aprenden lo que ellos esperaban?. Quizá hay que plantearse si se puede mejorar, y de hecho, por suerte, esa corriente reflexiva viene empujando fuerte en los últimos años.
Cuando sentimos esa especie de insatisfacción con el aprendizaje del inglés por parte de nuestros hijos, podemos culpar a alguno/s de los siguientes 4 elementos: el sistema educativo, el profesorado, el alumnado o a la sociedad en su conjunto.
Pero con echar la culpa…..¿mejoramos algo los resultados y el aprendizaje? ¿que tal si actuamos y no sólo culpamos? Y decididos a actuar…..¿sobre que elemento?.
El sistema educativo, los alumnos y la sociedad, son difíciles de evolucionar a corto plazo. Sin embargo, la actuación sobre el profesorado está totalmente a nuestro alcance, en primer lugar, con una adecuada selección del mismo, y en segundo lugar, con una formación específica y continuada.
Decálogo de principios
En esa línea, queremos que nuestros profesores compartan el siguiente decálogo de principios:
- Tengo claro que el mundo de los niños está lleno de ilusión, sueños, color y alegría.
- La empatía debe ser mi mejor amiga en la vida, y sobre todo, mi fiel compañera en mis clases.
- Escucho para respetar y comprender. Nunca para criticar o aleccionar.
- Ni puedo ni debo cambiar las cosas, sólo poner los medios para generar el cambio.
- Descubro cuáles son mis creencias arraigadas que me impiden avanzar.
- Busco soluciones a las situaciones, en vez de culpables.
- Cambio el yo, yo, yo….. por el nosotros, nosotros, nosotros.
- He descubierto que soy capaz de hacer más cosas de las que creía, y que a mis alumnos les ocurre igual.
- Dedico una pequeña parte del día para mí y mis sueños.
- Y la última y más importante, no dejo pasar un día sin al menos sentirme satisfecho de haber cumplido alguno de los principios de este decálogo.