Un estudio demuestra que los niños con formación musical tiene una mejor gestión del cerebro

Investigadores del Hospital Infantil de Boston trabajaron con imágenes de resonancia magnética y descubrieron que la formación musical temprana mejora las áreas del cerebro responsables de la función ejecutiva.

También conocido como el control cognitivo o sistema atencional supervisor, “funcionamiento ejecutivo” se refiere a la gestión del cerebro, similar al término ejecutivo correspondiente.

En la parte superior de la jerarquía en términos de organización del cerebro, el funcionamiento ejecutivo permite el procesamiento y la retención de información, regula el comportamiento y es responsable de la resolución de problemas y la planificación, entre otros procesos cognitivos. Puede ser considerado un elemento clave para el éxito en la vida.

En el estudio, los investigadores encontraron que un niño musicalmente entrenado era alguien que había tenido por lo menos dos años de clases particulares. Seleccionaron 15 de ellos, de 9 y 12 años de edad, y las estadísticas del grupo corresponderán a entrenamientos más significativos que los que los investigadores estaban buscando: Los niños tocaban desde hace 5.2 años y practicaban 3,7 horas por semana, a partir de a la edad de 5,9 años. Los científicos los compararon con un grupo de 12 niños de la misma edad sin formación musical. Entonces se formaron dos grupos de estructuras similares de adultos, aunque el grupo musical consistía únicamente de músicos profesionales activos. Las pruebas cognitivas mostraron que los músicos en ambos grupos de edad tenían la sartén por el mango.

La resonancia magnética mostró que los niños tenían niveles de actividad en la corteza prefrontal aumentados, lo que indica que pueden ser más capaces de realizar múltiples tareas que no tienen la actividad musical. Los numerosos beneficios cerebrales de la educación musical son bien conocidos y han sido el foco de muchos estudios académicos.

El año pasado, la Sociedad para la Neurociencia presentó tres estudios en una conferencia anual. Todos ellos concluyen que las influencias de la formación musical no sólo determina las funciones, también la anatomía del cerebro.

El estudio de Boston, sin embargo, es uno de los pocos que explora el funcionamiento ejecutivo y adapta los resultados a nivel socio-económico.

Ya que el funcionamiento ejecutivo tiene fuertes condiciones para determinar el rendimiento académico, más que el coeficiente intelectual, creemos que nuestros hallazgos tienen importantes implicaciones educativas. Mientras que muchas escuelas están recortando programas de música y pasan más y más tiempo en la preparación de pruebas y exámenes, nuestros resultados sugieren que el entrenamiento musical puede realmente ayudar a dar forma a los niños de cara a un futuro académico mejor– dice Nadine Gaab investigador.

Nadine dice que los estudios futuros puedan determinar si los niños y adultos que tienen dificultades con el funcionamiento ejecutivo – como los niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) o los ancianos – podrían beneficiarse de la terapia de la música como una herramienta de intervención.

Los investigadores encontraron que un mejor funcionamiento ejecutivo es el verdadero aspecto del cerebro, animar a los niños a continuar con sus clases de música, lo que sugiere que el entrenamiento debe comenzar temprano en la vida.

El estudio fue publicado en PLOS ONE, una de las más prestigiosos revistas internacionales en el campo. En el siguiente enlace podéis leer el artículo original completo.